martes, 24 de junio de 2014

IMPACTO DE LA INFLACIÓN


IMPACTO DE LA INFLACIÓN.



CONCEPTO UNO:


La definición de "inflación"

Un reporte reciente del gobierno indicó que la inflación subió más de lo esperado durante el mes de enero. Durante 2007 vimos una tasa de inflación anualizada de alrededor de 4.1 por ciento, lo que representa el aumento más grande en 17 años. Pero, ¿Qué es la inflación y cómo nos impacta cuando sube tanto?

 
 
Protege tus inversiones de la inflación
 
Existen varias definiciones que se usan actualmente para el término "inflación". La más apropiada para los consumidores es la siguiente: "Un incremento general en el precio de los bienes y servicios disponibles en el mercado".
Es decir que durante un mes, por ejemplo, los precios que uno paga por todo lo consumido –-alimentos, gasolina, alquileres, seguros, ropa, cortes de pelo, etc.-– suben respecto al mes anterior, o respecto al mismo mes del año anterior, que es como se calcula la inflación "interanual".

Esto no significa que cada vez que algo suba de precio corresponda atribuir el aumento a la inflación automáticamente.
Más bien, hablamos de inflación cuando vemos que todos los bienes y servicios consumidos por una familia promedio suben de precio.

El impacto de la inflación

 
El impacto de la inflación es directo, porque disminuye su poder adquisitivo.  Básicamente, el consumidor paga más dinero por lo mismo sin recibir nada a cambio.

Si el mes pasado gastó $200 en gasolina y este mes tuvo que gastar $220 por la misma cantidad de gasolina, pagó un 10 por ciento más por el mismo bien sin recibir nada adicional.
Su dinero ya no alcanza para comprar tanta gasolina este mes como el mes pasado. El impacto de la inflación hace que ahora tenga $20 menos para gastar en otras cosas.
 
CONCEPTO DOS:
La inflación, en economía, es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado durante un período de tiempo, generalmente un año. Cuando el nivel general de precios sube, cada unidad de moneda alcanza para comprar menos bienes y servicios. Es decir, que la inflación refleja la disminución del poder adquisitivo de la moneda: una pérdida del valor real del medio interno de intercambio y unidad de medida de una economía. Una medida frecuente de la inflación es el índice de precios, que corresponde al porcentaje anualizado de la variación general de precios en el tiempo (el más común es el índice de precios al consumo).
Los efectos de la inflación en una economía son diversos, y pueden ser tanto positivos como negativos. Los efectos negativos de la inflación incluyen la disminución del valor real de la moneda a través del tiempo, el desaliento del ahorro y de la inversión debido a la incertidumbre sobre el valor futuro del dinero, y la escasez de bienes. Los efectos positivos incluyen la posibilidad de los bancos centrales de los estados de ajustar las tasas de interés nominal con el propósito de mitigar una recesión y de fomentar la inversión en proyectos de capital no monetarios.
Entre las corrientes económicas más aceptadas existe generalmente consenso en que las tasas de inflación muy elevadas y la hiperinflación son causadas por un crecimiento excesivo de la oferta de dinero. Las opiniones sobre los factores que determinan tasas bajas a moderadas de inflación son más variadas. La inflación baja o moderada puede atribuirse a las fluctuaciones de la demanda de bienes y servicios, o a cambios en los costos y suministros disponibles (materias primas, energía, salarios etc.), tanto así como al crecimiento de la oferta monetaria. Sin embargo, existe consenso que un largo período de inflación sostenida es causado cuando la emisión de dinero crece a mayor velocidad que la tasa de crecimiento económico.
Hoy en día, la mayoría de las corrientes económicas están a favor de una tasa pequeña y estable de inflación. Una inflación pequeña (en vez de nula o negativa) puede reducir la severidad de las recesiones económicas al permitir que el mercado laboral pueda adaptarse más rápidamente en una crisis, y reducir el riesgo de que una trampa de liquidez impida una política monetaria de estabilización de la economía. La tarea de mantener la tasa de inflación baja y estable se asigna generalmente a las autoridades monetarias de cada país. En general, estas autoridades monetarias son los bancos centrales, que controlan el tamaño de la emisión monetaria mediante la fijación de las tasas de interés, a través de transacciones en el mercado de divisas, y mediante la creación de la banca de reservas.
Al índice negativo en la tasa de inflación (una baja generalizada de los precios) se lo denomina deflación.